Todas nuestras salidas los sábados (habitualmente), con las rutas que hacemos y las crónicas posteriores correspondientes, relatadas por alguien con "don de palabra".



miércoles, 23 de marzo de 2011

Ruta "Tres Cantos - Puente de la Marmota - Colmenar Viejo..."

La previsión del tiempo para este domingo es buena, por lo que no nos achantamos y nos decidimos por ir a Tres Cantos, al….”Puente de la Marmota”.

La mañana comienza con puntualidad inglesa, a las 9,30 nos vemos en un parking próximo a la estación de cercanías de Tres Cantos. Tras poner las máquinas a punto, y ver la puesta de largo de los bikers con la equitación oficial (Jose a medias), se plantea la posibilidad de elegir entre dos rutas: la DIFICIL y la MODERADA. ¿Hace falta adivinar cual se eligió? Pues lógicamente….la difícil (tuvo sus consecuencias).

Comenzamos la rodadura para entrar en calor a buen ritmo (se nota la mejora de forma física), el terreno también acompaña, lo que permite hacer los primeros kilómetros rápidamente. Sin apenas darnos cuenta, cogemos algo de altura, llegando a una especie de mirador, con la sierra nevada de fondo, que tal y como estaba de despejado el día, hace las delicias de los amantes de la naturaleza.

Esa altura que cogemos, se agradece seguidamente, con una bajada espectacular, muy larga, divertida, rápida y con alguna que otra necesidad técnica, que hace presagiar que la ruta va a ser todo un acierto para los bikers. Dani se da cuenta tarde de que esa bajada grabada con la cámara hubiera sido un puntazo, y sólo se hace del tramo final. Habrá que repetirla…

Continúan los altibajos, hasta la bajada a un arroyo bajo el “Puente de la Marmota”, que se hace por una antigua calzada romana, muy estropeada, que sí requiere una técnica algo más depurada. Foto de rigor en un entorno espectacular y se continua la marcha hacia arriba, por un sendero donde apenas entra la rueda. Se va viendo que cada vez la ruta va pidiendo más calidad técnica (es más, yo la catalogaría así, DIFICIL en cuento a técnica más que por el físico).

Subimos y subimos, hasta enlazar con una carretera de puerto de montaña, en la que realizamos una bajada por asfalto en estilo motero, sacando rodilla y tumbando la máquina. Así llegamos hasta una presa, en torno al kilómetro 18,  punto en el que se concentra también gran cantidad de personas que disfrutan de la naturaleza a pie. Aprovechamos para repostaje de los bikers, comentar pormenores de la ruta y disfrutar un poco del estupendo día que nos está haciendo. Nueva puesta en marcha y desde aquí hasta el kilómetro 24, la cosa se jode. Entramos en una zona de plena montaña, donde en muchos tramos el camino, no es que sea difícil técnicamente, es que directamente es inviable. Obliga a desmontar continuamente, y los kilómetros ya no se suceden tan rápido, decreciendo la fantástica media que llevábamos. Las piernas se enfrían y desmerece un poco la ruta, todo lo positivo que había acontecido en los kilómetros anteriores.

Finalizado esto, en torno a eso, al kilómetro 24, recuperamos un poco la tónica divertida y amena del inicio de la ruta, y vamos por pista más bien llanas, que nos permiten rodar rápido…..muyyyyyy rápido. Ya el desgaste físico se va notando, dándolo casi todo y reservando algo para el final de etapa.

Llegamos hasta Colmenar Viejo, a falta de 13 kilómetros para acabar los 42 que completan la ruta. Seguimos en la misma dinámica y el último tramo no tiene mayor inconveniente para los bikers, salvo el tener que cruzar lo menos cinco veces un arroyo de un lado a otro del mismo, en el que la primera vez pasas tratando de no mojarte mucho, pero dado que la el agua llega hasta la mitad de rueda, el resto de pasadas se hacen a saco, con el resultado de ir calaos hasta las orejas.

Se finaliza la ruta con una subida, que tan alegremente habíamos bajado cuando comenzamos la mañana, donde nos damos cuenta de que Dani (sí, sí, el líder, el capitán, el jefe de filas, el intratable con su ritmo por encima al resto) ha pinchao, pajarraca y sufrimiento hasta el final.
Todos somos humanos…erramos…toque de humildad (hay que aprovechar pa meter caña y bajarlo del pedestar, jejeje).

Fin de fiesta con estiramientos y cervezote, más por necesidad que por placer, ya que nos vemos necesitados de una buena hidratación ante el esfuerzo realizado.

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