Todas nuestras salidas los sábados (habitualmente), con las rutas que hacemos y las crónicas posteriores correspondientes, relatadas por alguien con "don de palabra".



lunes, 20 de diciembre de 2010

Ruta "Guadarrama Salvaje - Parte II"

Con un nuevo miembro en el grupo (Pablo, a ver cuanto aguantas...), este domingo repetimos en la zona de Carranque. Como teniamos una ruta alternativa a la primera vez que fuimos a la zona, nos decidimos por probar con ese nuevo track.

La impresion inicial era que ibamos a realizar ruta similar a la que ya conociamos, pero en sentido contrario (que equivocados estabamos...).

Entre los preparativos previos y llegada de los asistentes al punto de partida, nos plantamos en las 10,00h. Casi era de agradecer, porque había una niebla bastante espesa. Con el convencimiento de que nos ibamos a poner de barro hasta las cejas, tónica habitual de las últimas salidas, comenzamos a rodar.
Lo dicho, tramos de barro, pero de momento, asumible.

Rodamos por pistas cómodas, llanas y anchas, que permiten sumar kilómetros sin problema. De vez en cuando, próximos a urbanizaciones, el track nos lleva por zonas asfaltadas, a lo que Raúl no puede evitar comentar que eso no es "mountain-bike".

Sin más, nos plantamos casi en 20 kilómetros (la ruta completa es de 28 km.) llegando a la zona del mirador de la ruta anterior, dando por hecho que era una ruta para principiantes, sin ninguna complejidad técnica ni física.

Sabiendo que ya sólo nos queda atravesar el bosque para acabar la ruta, cual es nuestra sorpresa cuando llegamos a él tras un bajada prolongada (con caida incluida de Jose, nada reseñable, ya se verá en el video), y en lugar de dirigirnos para atravesarlo, el track nos manda por una pista que lo deja de lado, y abre camino en otra dirección.

A partir de ahí, la ruta cambia. El barro comienza a formar parte de todos los componentes de la bicicleta, y el tamaño de la rueda aumenta a 2,30. Nos adelanta un patrol de la Guardia Civil, que hunde las ruedas en un charco de barro y pensabamos que se quedaba ahí. Tras hacer un poquito de rueda y acelerador a fondo, saca pecho y palante.

El rodar se hace un poco pesado y para amenizar más la situación, nos encontramos con dos cuestones, sin mucha pendiente, pero prolongados, que ponen las piernas como bloques.

El novatillo acaba pidiendo la hora, pero promete repetir (veremos si es verdad, de momento, los que vinieron nuevos, no repetió ninguno, jejeje).

Como no podía ser de otra manera, la jornada acaba con unas cervecitas con limón, aunque servidas por la misma camarera "simpatica" que ya conociamos de la zona. Por favor, espero que no repitamos ese sitio pa tomarla...

Hay Video y fotos colgadas en el apartado correspondiente.

PD. ¡Tres euros de pistola a presión para volver a reconocer las bicis!

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