Todas nuestras salidas los sábados (habitualmente), con las rutas que hacemos y las crónicas posteriores correspondientes, relatadas por alguien con "don de palabra".



domingo, 31 de octubre de 2010

8 Duatlon Base Aérea de Cuatro Vientos

¿Por qué conformarnos sólo con la bici, cuando puede ser compatible con correr de vez en cuando? Pues ahí está, la primera duatlon de los “Biker´s & Beer´s”, aventura realizada por Dani y Jose (Juan, te echamos de menos).

La mañana comenzó fría y sin acabar de amanecer (todavía no había sido el cambio de hora). Salimos con tiempo, ante los previsibles problemas logísticos en cuanto a la llegada a la Base aérea de Cuatro Vientos, ya que no teníamos muy bien ubicado el acceso a la zona. Efectivamente, se producieron y perdimos como 30 minutos dando vueltas por la N-V, pero bueno, al final “todos los caminos llegan a Roma…”.

Ya con la bici fuera del coche y preparados para coger dorsal y demás, con encontramos con los típicos problemas que estamos teniendo en las últimas carreras. Un poquillo de mala organización y una cola de cojones para comprobar la inscripción y entregar dorsal. Resultado: pezones de punta y moquillo colgando de estar ahí plantaos, además de retraso en el horario previsto del evento.

Después llegaron las prisas para comenzar la carrera, una vez que todos tenían su dorsal y al final calentamos de mala manera.

La salida se produce sobre las 11 horas, con un día abriendo poco a poco, despejado pero fresco. Los maquinotes salen como si en lugar de una duatlon estuvieran en los 100 metros lisos, pero no saben que lo más sabio en la práctica de cualquier deporte es DOSIFICAR (¿verdad Juan?). Pues nosotros cogemos nuestro ritmito, cómodo, tal vez algo suave, pero previendo una posible pajarraca (no conocíamos el estado de las condiciones físicas para el total de la prueba ni el terreno al que nos enfrentabamos).

El tramo inicial a pie son 5 kilómetros, que discurren por una carretera próxima a las pistas de aterrizaje, que es completamente llana y muy asequible. Cuando nos queremos dar cuenta, estamos entrando en la zona de relevos, poniendo casco y mochila, y montando sobre la bici comenzamos el segundo tramo. Se trata de cinco vueltas a un circuito por el parque de las Presillas, próximo a la Base aérea, que sirve para recuperar rápidamente el aliento perdido en el tramo de carrera. Sin dar tregua, nos damos cuenta que hemos cogido la bici con muchas ganas, y estamos rodando a ritmo de contrarreloj. Las vueltas al circuito son rápidas, sin excesiva dureza salvo dos cuestas (que nada tiene que ver a las que ya estamos acostumbrados) , con un par de controles durante el recorrido, para que ningún pájaro se despiste (nosotros legales, ¿eh? todas las vueltas), y cuando las piernas empiezan a pesar y ponerse como rocas, ascendemos en dirección a la Base para seguir con el último tramo, carrera. Dejamos las bicis, respiramos hondo, y comenzamos al trote el tramo de 3 kilómetros que queda para acabar la prueba. La expectativa es mucha ante si llegaremos o no, pero parece claro que sí, manteniendo el ritmo, la meta está al alcance.

Y efectivamente, con una duración de 1 hora y 42 minutos, pasamos el arco de llegada. La emoción es mucha, viendo que hay potencial y que los días de entrenamiento dan sus frutos.

Fin de fiesta con un camión de cerveza (nosotros como no, hidratamos con cerveza con limón, rindiendo homenaje a nuestro club), y entrega de trofeos y piscolabis variado.

Por cierto, un detalle: durante toda la carrera nos hicieron mil fotos y varias grabaciones de video. Al parecer la sección de deportes, monta un video de toda la prueba. En cuanto nos hagamos con él, ya colgaremos alguna foto.

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